Cuando hablé con ellos, les pregunté de que les gustaría que hablara, e incluso les conté por donde andaba yo, entonces acordamos en comenzar por entrevistas preliminares, diagnóstico y de ahí en más ir armando. De todos modos a mi me gustaría antes hacer un poco de historia, pero no una historia cristalizada sino comentar algunas cosas de lo que es nuestro origen y que todavía nos sostiene en nuestro quehacer.
Además
porque hay prácticas que están aún institucionalizadas bajo ese cuerpo de
conceptos, principalmente las que provienen de Anna Freud y de Melanie Klein.
En esa controversia podemos observar los puntos de riesgo de la práctica, ya
que la condición de lo inconciente que nos atraviesa, como Sujeto barrado que
somos, nos hace terreno fértil para el desplazamiento de nuestra posición de analistas.
Cuando
Lacan presenta el Estadio del espejo en un congreso de la IPA, había violentos
conflictos encabezados por ambas psicoanalistas en torno al psicoanálisis de
niños, así la revisión del psicoanálisis en sus fundamentos se realiza a partir de estas dos mujeres, situación que
fue posible en parte, porque los analistas hombres estaban destinados a su
presencia en la guerra.
Melanie Klein proviene básicamente de todo
el movimiento freudiano, todos los conceptos que elaboró estaban atravesados
por Freud. Anna Freud proviene
básicamente de la Pedagogía,
ella trataba de trabajar con los padres ya que el gran tema era el temor o
agravamiento de los síntomas al salir de una escena en la que el centro de
gravedad, para ella, eran los padres.
Respecto de Melanie Klein ella trabaja
básicamente con conceptos que provienen de Freud, de todo lo que Freud trabaja
como pulsión de vida y pulsión de muerte y sobre la problemática tópica,
ello, yo y superyó.
Melanie Klein es una verdadera iniciadora en el psicoanálisis con niños desde el
movimiento freudiano. Comienza a trabajar con los niños, no tanto bajo la
mirada de los padres, diría casi nada bajo la mirada de los padres. Comienza a
trabajar con la psicosis. Al principio analiza a sus hijos, porque en realidad no había campo prácticamente
para poder analizar.
Independiente de cómo uno haga intervenir a
los padres, según la singular circunstancia de cada paciente, esta posición de
Klein habla del concepto de niño como
sujeto en cierto modo independiente de sus padres, sin los temores que el psicoanálisis
despierte movimientos pulsionales que generen conflictos generacionales o
desbordes en los diques represivos.
Hay algo que ella introduce y que yo quería
destacar brevemente, que son dos cosas. Lacan retoma a Melanie Klein: una de
las cuestiones es la Imago,
no porque sea un concepto de ella, sino porque frente a la disputa con Anna
Freud lo que ésta decía era que no había posibilidades de que exista la
transferencia porque la libido estaba
directamente puesta en el objeto real que eran los padres. Lo que va a decir
Melanie Klein y ahí está la realidad psíquica, tal como ella la rescata, es que
los chicos procesan una imago, hay una introyección, decía ella, de lo que es la
imagen real de los padres y automáticamente ésta es transformada, o sea que
nunca habría una “verdadera” realidad, sino una realidad psíquica.
La otra cosa interesante que ella toma es
respecto de cómo va a establecer el aparato psíquico. En los primeros meses de
vida se producen una serie de procesos en esa formación del aparato psíquico, pero lo que
interesa destacar es que surgen primero la posición esquizo-paranoide y luego
la posición depresiva. Donde ella va a decir que la fijación en esos niveles en
el adulto, es en la esquizo-paranoide la problemática de la psicosis: la
paranoia o la esquizofrenia. En la posición depresiva se asientan las
depresiones o la psicosis maniaco-depresiva. Lo interesante de esto, o lo que
yo quiero marcar es la idea de
posiciones, no de estadios o de algo que quede fijado como desarrollo evolutivo.
En la Universidad
veíamos lo psíquico, nos enseñaban lo psíquico
en psicología evolutiva, pero lo determinante era lo biológico. Lo que no quiere decir que nosotros no
tengamos en cuenta, y mucho más en los chicos, pero en los adultos también, el
hecho de que el cuerpo forma parte de lo psíquico y donde el cuerpo
determina lo psíquico a su vez. Eso es fundamental, por ejemplo si nosotros
trabajamos el caso Juanito, es muy claro Lacan, cuando dice en el seminario de
las relaciones de objeto, que el pene real de Juanito es lo que le va a provocar
angustia de castración, él habla de pene real y entonces estamos hablando de lo
que implica también todo lo que tiene que ver con determinados momentos en los que
somos atravesamos por el cuerpo de una forma singular, digamos, por lo que se
siente, por las cuestiones sexuales básicamente.
Hay algo que Melanie Klein decía, que el
análisis con niños se tenía que hacer de una manera que respetara todas las
reglas del análisis, no como Anna Freud cuyo planteo era que tenía que haber un
trabajo de preparación para poder ingresar al niño en el análisis. Ella utiliza
el juego, es una técnica que ella
realiza a través de algo que es en el mejor de los casos, lo común en el niño,
digo en el mejor de los casos porque nosotros lo que esperamos como analistas
es que los niños puedan jugar, el juego lleva todo un proceso de simbolización
que le permite repetir en transferencia la relación con sus imagos y a su vez
repartir. ¿Qué quiere decir repartir? Repartir su hostilidad y su amor, o sea
su ambivalencia, lo que a través del concepto de vida y de
muerte ella trabaja como objetos buenos y objetos malos. Primero esa
ambivalencia está absolutamente
repartida en objetos buenos y en objetos malos, objeto parcial. En la etapa
depresiva va a incorporar mucho más a la madre y se la incluye como persona total, M.K le da mucha
importancia a lo que es la simbolización en el niño, ¿por qué? Porque lo que
la simbolización permite en el trabajo con niños es, dada la hostilidad
y agresividad estructural , lo que
le permite es transferir lo pulsional sobre el objeto,
movimiento que le va a producir
ansiedad, ya que se va a acercar
a los padres reales, entonces los vuelve a desplazar y vuelve a producir ansiedad, y eso se ve en el trabajo con los niños donde hay toda una serie de
situaciones que producen ansiedad, desconfianza, miedo, otra vez ansiedad y los
niños vuelven a buscar los juguetes o cualquier elemento que permitan representar su mundo imaginario.
Entonces es muy importante tomar esto en función de lo que habla Freud en la vivencia de satisfacción. No se puede
encontrar el pecho tal como el niño lo alucina
en tanto queda una hiancia, una
diferencia y ahí se abre el campo del deseo, porque lo que se busca es el
objeto que se perdió. Y es también lo que dice Lacan en el seminario II, que el
mundo se organiza en función de la sustitución de objetos. Es importante
aclarar que lo que hace a la diferencia del niño y el adulto respecto de lo que
estamos hablando, es el material en que
se sostiene el significante, juguete u otros objetos al que el adulto no recurre. Cuando el niño
habla también porta la palabra en el tratamiento. La diferencia no estaría
entonces en el mecanismo de sustitución.
Todas esas cosas ya estaban claramente
dichas en Melanie Klein. Lo que ella decía era que el analista no debe preferir
ningún papel en particular, y esto es muy importante en lo referente al juego
con el niño porque nosotros tenemos que
ofrecernos para que ellos puedan poner en nosotros lo que ellos quieren, lo que
ellos necesitan, es decir los
mencionados elementos o material que
usan para desplegar lo imaginario, a lo
que Melanie Klein le da mucha importancia.
Esto muchas veces es un arma de doble fijo,
porque por ejemplo decía: hay que preguntarle al niño: “¿qué querés que diga?“,
o “¿cómo te respondo?”. Entonces el niño puede decir: “sos una pelotuda porque
no sabés hablar”. Dolto decía que uno parece una idiota que necesita los
argumentos, esto es un arma de doble filo porque realmente hay chicos que son tan tiranos,
para decirlo vulgarmente, en el juego, que no nos dejan interpretar
directamente. No dejan que exista una palabra que provenga del analista con lo cual es muy importante que uno se
ofrezca al juego del niño como personaje, pero también es importante que el
niño pueda escuchar una palabra que venga del otro lado y que no sea solamente
la que provenga de su propio imaginario.
De todos modos hay otra cuestión. Antes
quiero decirles una cosita que tiene que ver con Ana Freud y que es la pedagogía, ella decía que había que saber de pedagogía y que el trabajo tenia que ver
con la represión de la pulsión, e incluso de poder decidir qué parte pulsional
reprimir. Esto es algo muy importante para trabajarlo porque es algo que a
nosotros “nos puede suceder” sin acordar con esa teoría, este es un lugar donde nos podemos deslizar de nuestra condición de
analistas, en lo pedagógico, porque los padres piden, entre otras cosas, que
los eduquemos (a sus hijos). Este es un punto que abre a la demanda de los
padres. El análisis de los niños pone a los padres en un lugar muy complicado,
es fácil que los padres se desborden y en realidad lo que quieren es que los
niños respondan a su propio narcisismo, en relación a sus propios ideales y además que respondan a una sociedad que espera determinada cosa de
los chicos. Por lo tanto esto de hacer pedagogía no es acorde al método, uno puede identificarse con el padre y querer
el bien del niño en función de
satisfacer a sus progenitores.
De todos modos una cosa es el deslizamiento
en nuestra posición como analistas y otra
es trabajar con en base a ese cuerpo de conceptos. Una cosa es
equivocarse y otra es equivocarse sin saber que se está equivocando.
A partir de estos planteos Lacan va
conociendo a Melanie Klein, eran mas o menos contemporáneos y a Lacan le empiezan
a interesar ciertas ideas , él toma de
ella el estatuto de sujeto , las relaciones de objeto, el objeto parcial, el
objeto total, el despliegue de lo imaginario.
Cuando yo cursaba en la universidad, estudiábamos
mucho Melanie Klein, entonces pensaba ¿ yo tengo que decir toda esa sarta de
boludeces, no se?
Después cuando comencé a trabajar con niños
pequeños me di cuenta de que no era un delirio, los niños pequeños pueden llegar a decir
absolutamente cualquier cosa, que no es cualquiera precisamente, lo pulsional se representa de un modo que nos descubre aquello escondido
tras la amnesia infantil. Se puede observar en el caso Juanito, por
ejemplo. Lacan entonces se interesa por
ese mundo imaginario, cuando él trabaja
en relación a Juanito y dice que
la fobia no hay que tramitarla en el sentido obviamente, de la psicología experimental, tomando el objeto fóbico, por ejemplo, como que el caballo es el
papá y solamente el papá, sino que lo que es importantísimo es el despliegue lo
imaginario para que haya movimiento significante, para que no sea univoco, para
que cada significante se ponga en relación a otro, y ahí va a surgir el sujeto , en la variedad de lo que representa caballo.
Esto es claro en el despliegue que hace Freud cuando presenta a Juanito.
Lo que se toma ahí es una posición y no un
estadio, posición en el sentido de una operación psíquica. La operación es de
sustitución: la primera es Padre-Caballo.
Arminda Aberastury ve a una nenita que acompaña a la mamá, que
era paciente de Pichon Riviere, la nenita estaba diagnosticada como hebefrénica
y es ahí donde comienza para ella el
psicoanálisis con niños. El síntoma que tenía era que no podía aprender nada,
entonces ella la toma en tratamiento. Ella va diciendo que una de las razones
fundamentales por las cuales la niña no podía aprender era que había toda una serie de mentiras y
ocultamientos alrededor de la enfermedad de la madre.
Toma todos conceptos kleinianos para
trabajar, pero la diferencia que ella hace al principio es el trabajo, las entrevistas con los padres, yo no les puedo contar la
cantidad de cosas que Arminda Aberastury le preguntaba, haciendo la salvedad de
que no tiene que ser un interrogatorio, pero eran elementos que para conocer a un niño son muy
importantes, porque ella preguntaba sobre la lactancia, sobre el dormir, bueno
toda una serie de preguntas impresionantes, que duraban bastante tiempo
realmente y es muy interesante encontrarse con esos textos porque eso habla de
lo fundamental que es para ella la relación de la madre con el niño y de la
madre con el núcleo familiar.
Por ejemplo consideraba que
había que poner un tiempo determinado de amamantamiento, ahora pareciera que los chicos toman la teta
todo el tiempo que quieren. Decía también que era importante que el niño tenga
una determinada ausencia-presencia, que no había que alimentar todo el tiempo
al niño, que el niño tenía que estar sustentado por palabras y contacto físico,
pero no necesariamente alimentos, porque ahí estamos en el terreno de la
psicosis con el alimento permanente.
La otra cuestión interesante a la que refirió es la del dormir, porque muestra
que a partir del sexto mes, y ahí lo vemos también en el estadio del espejo,
cómo se producen determinadas operaciones que son de mayor exigencia para el niño, la
angustia de los ocho meses, cercano al hablar, y el caminar. Aparece con
frecuencia el insomnio al que ella le daba mucha importancia porque decía que
era una de las cosas que más se veían.
Después lo que ocurría era que se creía en
la profilaxis, en la prevención, entonces se hacían grupos de madres en los cuales se hablaba de psicoanálisis y se
le daba consejo a los médicos, a los pediatras. Cuando en esa época por ejemplo
los chicos comenzaban a comer a los tres meses, ella decía que no era
conveniente porque el chico no está preparado ni psíquica neurológicamente para
recibir una cuchara, es decir un elemento que no fluya permanentemente y además no está
preparado para no tener el contacto con la teta o con un biberón.
Le daba muchos consejos a los padres, aunque
luego reconoció que no eran convenientes, porque los padres en realidad no tienen otra opción que ser atravesados por
lo inconsciente, y no son actos voluntarios. Por ejemplo le damos un consejo:
no duerma con el niño, y continúan durmiendo con el niño. Eso hacía obstáculo, producía grandes frustraciones. Se encontraba,
con una gran obediencia al analista
o un gran rechazo que conducía a sacar a los niños del tratamiento
porque y como decía Melanie Klein, lo que no se puede reparar, termina siendo
destruido.
Por otro lado decía que en el contrato
analítico se tenía que explicar que no se iba a ocultar cuando aparecía lo de
la sexualidad, lo de la religión, y las
mentiras como en el caso de la adopción.
Dolto, que es una francesa que toma bastante
de Klein , dice del niño como síntoma de los padres. Problema que plantea- un
tanto enigmático-, Lacan, creo que da
para bastante discusión. Comienza un
nuevo e importante movimiento en torno al Psa con los niños en el cual se pasa
de la caja de juego a la palabra, y ahí hubo un momento, una posición de duda
que también les pasó a nuestros maestros, entonces nosotros, principiantes, no sabíamos si hablar con el chico, si jugar,
si el juego era o no interpretable.
Entonces en este momento, que fue un momento
bastante crucial, a esto creo yo que responde Dolto cuando dice que ella no
trabajaba con niños hasta los cinco años que no estén en presencia los padres,
por un lado era porque ella decía que
los padres tenían que intervenir en relación a lo edípico con el hijo,
por ejemplo en relación a la prohibición del incesto. Y por el otro lado porque
trabajaba mucho con el discurso de los padres. Los analistas de niños discutimos
toda una serie de cosas en relación a los padres. Muchas veces es necesario
recibir a los padres, por la angustia, porque hacen resistencia, porque nos
piden entrevistas, pero es bastante problemático fuera de las primeras
entrevistas porque de lo que hay que cuidarse mucho es de no tomar elementos de
esas entrevistas para interpretación con los chicos. Yo no sé
si queda claro esto.
Cuando uno tiene una entrevista con los padres
¿que se hace? Se les dice a los padres que el chico va a saber de lo que se
hable, pero primero se le pregunta al niño si está de acuerdo. He pasado meses
sin que el niño quisiera que el padre acuda a un encuentro conmigo. . A veces los niños no quieren escuchar sobre
lo dicho con los padres porque tienen miedo de lo que pueda ser descubierto,
pero creo que es fundamental poder
hablarlo, cuando el tiempo sea propicio, de lo contrario se instala una cierta
opacidad entre el niño y el analista
fértil a la resistencia.
No es pertinente al método si uno tiene un material que el padre nos
comunicó, por ejemplo algo que ocurrió en determinado momento, para interpretar en una sesión con el
paciente. Lo que hace al movimiento del sujeto en análisis es seguir su despliegue imaginario
representado en el juego, la palabra, el dibujo, etc., campo en el que aparece, por el trabajo
analítico, el JUEGO SIGNIFICANTE.
Lo que decía Dolto es que no pueden esperar los padres que
nosotros seamos ni médicos, ni profesores, eso me parece extraordinario que los
padres sepan que nosotros trabajamos con
lo simbólico. Después está Piera Aulagnier...Va a ser una deuda.
Vamos a dejar acá, yo les voy a decir lo
último y es la cuestión de pensar, no quiere decir que lo vamos a trabajar hoy,
es otra deuda, pero es pensar ¿qué diferencias habría entre lo que son las
entrevistas preliminares y lo que es un diagnóstico? Y por el otro lado ¿que
diferencias habría entre lo que nosotros llamamos un diagnóstico y un
psicodiagnóstico?