miércoles, 6 de junio de 2012

Algunas palabras sobre el seminario de Historia Argentina.


Algunas palabras sobre el seminario de Historia Argentina de la Cátedra Libre Oscar Masotta. Apertura con Aritz Recalde este viernes 8 de Junio en Riobamba 250bis. Facultad de Psicología Unr Aula 9 del primer piso.

Desde los comienzos de la Cátedra Libre Oscar Masotta, ya en aquella primera actividad: “el Psicoanálisis en los 90”, en el año 2010, tratábamos de recortar qué problemáticas nos interpelaban, sin descuidar su anclaje en un contexto histórico; aquél que concernía a los sucesos en sí mismos, pero también al presente, el tiempo de la interpelación.

Lo mismo iba a suceder luego trabajando lo que había sido el Centro de Estudios Psicoanalíticos  (C.E.P.), donde lo importante era abrirnos al testimonio de una historia que había sido absorbida por el horror que acaecería después con los allanamientos y las desapariciones.

Los documentos que nosotros escribíamos estaban ligados a señalar la relación entre el Psicoanálisis y la Política, a sabiendas que los elementos que entran en juego en esa relación están íntimamente ligados al contexto histórico que lo hace posible.

El Cordobazo en el 68 irrumpió en aquella Institución que hegemonizaba la práctica del Psicoanálisis, la APA, generando la ruptura a partir de dos agrupamientos: Plataforma y Documento. En Rosario ocurrió lo mismo por la vía del mencionado C.E.P. Oscar Masotta en esos albores setentistas construyó muchísimo más que una institución Psicoanalítica sin tener ningún aval académico ni de la psicología ni de la medicina, con su deseo puesto en el Psicoanálisis a partir de la obra de Jaques Lacan.

Con el retorno democrático, luego de la intervención del 74 llevada al extremo en el 76, nuestra institución se rearmó, por supuesto que con disputas, proyectos encontrados, en lo que podría definirse como una “normalización de las actividades” que dejó como un elemento ausente la historia misma.

¿La historia en qué sentido? La historia como una instancia que se abre paso mostrando aquello que nos antecede, aquello que ha hecho marca, las huellas del propio proceso, y que nos deja a unas pocas cuadras de poder pensar nuestro presente, nuestro futuro. Esas pocas cuadras llevan un nombre: la política.

La historia abre curso a los relatos, los grandes, como la historia de un país, y la pequeña historia, la que cursamos aliada a esa gran historia, porque aunque no estemos todo el tiempo conciente de ello, nuestra vida se va conformando en aquella juntura.

No es cualquier programa de Psicología aquél que deja afuera la Historia Argentina, la historia del Psicoanálisis en la argentina, la historia de nuestra Facultad que proviene de la creación de la Carrera en el año 54 durante el Gobierno de Juan Domingo Perón.  Luego la Libertadora borrará de un plumazo esa fundación,  (re)-abriéndola en el 56 como si fuese el primer día. Aún hoy, tenemos docentes de la facultad que piensan que aquella se originó con Aramburu, tal vez sea porque fue más pacata la clase magistral de apertura con Victoria Ocampo, que la del Justicialismo con el Senador Nacional Alberto Graziano.

Pero no se trata sólo de eso, el vacío de amarres históricos en pos de que nunca se detenga la maquinaría para producir calificaciones profesionales, vela aquellos intereses responsables de por qué las cosas son como son en términos políticos, sociales, culturales, económicos. Intereses que no por nada promueven una moral de lo académico como excusa para que la maquinaria no se detenga y las cosas sigan como “naturalmente” están.

No es poca cosa la historia de los orígenes de nuestra Facultad, “ligadas a la emergencia de una psicología aplicada, a la orientación profesional y preocupada por la educación y el mundo del trabajo”[1]. Donde luego ingresaría el psicoanálisis combatido por los Psiquiatras y por los Psicoanalistas oficiales que enmarcaban la práctica sólo para los médicos. ¿Qué lugar tiene en nuestra historia José Bleger, Pichón Riviere, Oscar Masotta, pero además de ellos, que lugar tiene esa primera camada de estudiantes, luego graduados, y así sucesivamente?

Por todas estas cuestiones, nosotros no abrimos este seminario de Historia para transmitir algo que ya sabemos, somos los primeros que queremos participar del mismo, y como intentamos transmitir, no se puede construir una historia despojada de lo que ocurría en nuestro país y en el mundo. De todos modos, en la Cátedra hemos comenzado un proyecto de investigación respecto a la Historia de la Facultad a la que están invitados a sumarse.

Las personas que participarán del seminario de Historia Argentina fueron pensadas en tanto que,  a nuestro entender,  sostienen a nombre propio una posición política y un grado de compromiso en cada palabra que enuncian, como es en esta ocasión el caso del Compañero Aritz Recalde. Iremos comunicando en cada ocasión la fecha y el disertante de los próximos encuentros.  


[1] Entre París y Buenos Aires. La invención del Psicólogo (1942-1966) Alejandro Dagfal.

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