Seminario Psicoanálisis y Salud Pública
agosto 2012
Clase 3.
Tema
La consulta. De la recepción de un pedido a la formulación de una demanda.
Posición del analista y transferencia
Para
empezar quienes formamos parte de la
Masotta queremos agradecer tanto a los asistentes como a los
panelistas venir en este tiempo que estamos de vacaciones, además decirles que
las desgrabaciones las vamos a subir al blog, como material.
Alicia
Alvarez: quería decirles, por una pregunta que vi en Facebook, preguntaban
quién hablaría hoy. Efectivamente en cada una de las reuniones hay uno o dos
que están encargados de hacer el recorrido principal de lo que es el tema de la
reunión, pero les quería comentar que este es un trabajo que hacemos
colectivamente, es decir, nos reunimos, trabajamos los temas, y después hay alguien, uno o dos
que hacen la exposición y los demás si se nos ocurre algo pertinente lo
decimos, pero lo que les quería comentar es que no es que sea diferente, cada
uno tiene su recorrido, pero la idea de este seminario es un trabajo que para
nosotros es muy productivo porque es un trabajo de intercambio sobre los temas,
que luego uno de los integrantes
expondrá en cada encuentro.
Marcelo
Frazzetto
Buenas
noches, desde hace bastante tiempo hay psicoanalistas trabajando en el ámbito
público lo cual nos hace estar en concordancia con un anhelo freudiano. Desde
hace bastante tiempo, he escuchado una pregunta que tenía que ver si era posible el
psicoanálisis en el ámbito público. Es una pregunta que yo la escuché hace
bastante tiempo y las respuestas oscilaron entre pensarlo como que el
psicoanálisis en el ámbito público no presentaba cierta pureza a lo que podría
ser el psicoanálisis más puro en la práctica privada, de hecho hay corrientes
que dentro del psicoanálisis sostienen esto, por esto de lo que en algún
momento planteó Freud en relación al oro puro del psicoanálisis mezclado con el
cobre de la sugestión, que sería el modo en que el psicoanálisis se mezclaría
como terapéutica en las instituciones del Estado. Por otro lado otras
corrientes lo han pensado como cierta especificidad dentro del campo del
psicoanálisis en el ámbito de lo público. A mi me parece, me gusta pensar la
pregunta por el psicoanálisis dentro del ámbito público, podemos atenuar
pensando, por lo menos a mi me sirve,
qué condiciones permitirían a un psicoanalista en el ámbito público para que
produzca un acto analítico. ¿Qué quiero decir con esto? Dicho más claramente,
el escenario público, la institución pública para nosotros es un escenario
propicio donde poder interrogar la posición del analista. Por ejemplo, en el
sentido de que es una práctica que conmueve ciertos rituales que aparentemente
garantizan la posición del analista. También es una práctica que pone en
suspenso lo que uno ya sabe, lo que uno supone que sabe, y también la práctica
en el ámbito público invita a los psicoanalistas a investigar aquello que
resulta esencial para alcanzar una
posición analítica. Es decir, que los
psicoanalistas que estamos confrontados a una pluralidad de demandas en el
ámbito público, estamos en un lugar privilegiado también para inventar
dispositivos, que nos permitan hacer lugar a la posición del analista. Y para
terminar esta introducción se me ocurría el ejemplo de aliquis, que ustedes conocen y en relación al que se han escrito
ríos de tinta, que hemos estudiado, hemos aprendido. Este ejemplo en principio
atestigua que la posición del analista se puede alcanzar arriba de un tren o en
la cima de una montaña, como le pasaba a Freud con ….
Les
quería proponer partir de esta pregunta; ¿qué se espera de un psicoanálisis o
de un psicoanalista en el ámbito público? Cuando uno hace esta pregunta,
inmediatamente puede surgir otra que es quién espera, porque una cosa es qué
puede esperar alguien que consulta o se presenta en los centro de salud, que lo
que podemos esperar nosotros en tanto analistas de lo que supone un acto analítico.
Bien, yo
quería comenzar por el lado de qué es lo que viene a pedir o esperar alguien que
llega al centro de salud. Me refiero al centro de salud, en mi caso lo tomo de
ahí porque es el ámbito de la salud pública en el que me desempeño como psicoanalista. Decía entonces
que puede llegar por la indicación de un tercero o por voluntad propia; por
indicación de un tercero me refiero a que puede venir por indicación de una
pareja, de un amigo, del padre, de un médico, entonces recibimos a alguien que
sufre lo suficiente como para intentar corregir, o q ha llegado a poder pensar
q como esta no puede continuar, padece de algo con lo cual no puede hacer nada.
Así q puede presentarse porque le pasan
cosas del lado de la inhibición, de eso que puede o no puede lograr, del
lado de la compulsión, aquellas cosas que no puede dejar de hacer, seguramente
podamos encontrarnos con alguien que ya a aceptado algunos movimientos en
relación a hacer algo con eso que le pasa, que hayan fallado, lo que quiero
decir que aun cuando tengamos en frente a una persona que esta sufriendo, que
pide alivio y que supone que lo que va a encontrar es una cura o un alivio para
lo que le esta pasando, ese pedido así formulado, en principio no esta
necesariamente dirigido a un analista, recurre a una respuesta, ahora bien esa
respuesta es distinta si esta dirigida a un analista o a otra instancia, la diferencia tiene q ver con lo que lacan
plantea, el primer momento de la transferencia o la instalación del sujeto
supuesto saber, pero eso, lo retomo luego pero quería nombrarlo.
No quería
dejar de decir que lleva todo un tiempo establecer las coordenadas de un
pedido, de lo que quien pide y de lo que se pide cuando alguien se presenta con
un sufrimiento, ahí tenemos los psicoanalistas todo un campo de posibilidades
donde nuestra escucha se pone en movimiento, para poder definir quien esta
pidiendo y que es lo que esta pidiendo, y eso lleva un tiempo porque por ej, si
el pedido de es alguien que es mandado por una escuela tendremos que tomarnos
un tiempo para escuchar que de ese pedido de la escuela se traduce en un pedido
del niño o en un pedido de los padres, yo recuerdo haber trabajado con pedidos que
venían formulados de esta manera por ej: “me manda la maestra”…o, “le dejo el
chico”, son pedidos que a veces lleva un tiempo establecer quien es el sujeto
de ese pedido, quien podría implicarse en ese pedido, o también como decían los compañeros en el seminario
anterior en relación a la inter consulta que también llevaba un tiempo establecer
si el que pide es el medico o es el paciente…. Por eso decía que hay todo un
abanico donde la escucha de un analista que se pone en movimiento y por lo tanto que es necesaria la presencia de un
psicoanalista en ese acto clínico de la escucha de un pedido, porque uno cree
rápidamente saber o creer entender lo que el otro esta pidiendo, es mas, uno
podría hacer un monologo bastante interminable, sobre lo que cree que el otro
esta pidiendo, pero lo que es necesario para saber lo que el otro necesita
poder abstenerse de creer saber lo que el otro necesita y la regla de
abstinencia es una regla que pone en funcionamiento el psicoanalista, es decir,
para poder escuchar un pedido hay que poder abstenerse y para eso hace falta
analistas, para abstenerse de que? De creer saber rápidamente lo que el otro
necesita, abstenerme de eso para poder dar lugar a la palabra del otro y ver
quien es el que pide.
Por el
lado del analista, decía, me viene para introducir algo de la transferencia, yo
pensé en relación a cierta violencia del acto analítico, violencia que habría
que ponerlo entre paréntesis, no sé si es el mejor termino para usar acá, pero
a lo que voy es que, todo dispositivo analito, tiene un axioma que te vuelve un
mensaje como este..”Usted es el responsable de lo que le pasa” o “ la causa de
lo que le pasa la vamos a buscar en usted” y este mensaje que puede obviamente
es implícito, porque de ser explicito
haría que el paciente se fuera, va a contrapelo de lo que espera del otro lado
el paciente y lo que es tener ciertos cuidados con el paciente, porque tengo en
frente a alguien que sufre y además le estamos cargando la responsabilidad de responder, es decir , de alguna forma lo
estamos invitando a pasar de una alienación a otra, aclaro, alineación como lo
piensa lacan, de que el sujeto nace alienado a los significantes del otro, y
los analista para llegar a la cura lo invitamos a entrar en otra alineación que
es la del dispositivo analítico, es decir, cargarlo de cierta responsabilidad
por lo que le pasa y además implicarle ciertas reglas que tienen que ver con la
palabra, regla difícil de sostener porque también va a contrapelo de otros
lazos sociales que tienen otra relación con la palabra, quiero decir con esto,
que esto es una forma de enfatizar el dispositivo freudiano, porque creo yo que hay tanto auge de
psicoterapias, que hay una perdida de la exigencia de la regla de la asociación
libre, q no es producir una palabra cualquiera, no es solamente contar la
historia, los acontecimientos pasados sino que es una regla que exige una
palabra sin censura lo cual es imposible, porque no se puede hablar sin
censura, porque uno puede restringir la censura conciente, es decir la censura
de hablar, de no decir cosas obscenas, de ser claro, una censura lógica moral,
pero si restringimos esa censura es para dar paso a esta otra mucho mas
poderosa de que alguien no puede decir cualquier cosa, uno pasa la misma
historia, las mismas palabras los mismo rollos, es lo que nos permite
acercarnos al fantasma del inconciente, por eso esto es difícil, del viraje de la palabra que hay
que producir, y entonces tenemos acá al pobre paciente que además del
sufrimiento lo cargamos con esta
alienación al trabajo transferencial, pero tenemos una ventaja y que nos da
justamente este modo de cómo pensó Freud la transferencia, porque es la
transferencia la que nos permite encubrir esta violencia del acto analítico,
porque introduce al paciente en esta dimensión de ser cuidado, de ser tomado en
cuenta, y de que su palabra vale como no vale en ningún otro lazo social , digo
esto porque es fácil ver q en este tiempo donde pareciera que se privilegia el
discurso capitalista nadie quiere escuchar a nadie, entonces ofrecemos un lugar
donde su palabra o lo que sea que diga, lo poco que diga sea tomado y tenido en
cuenta, no es cualquier lugar y esto tiene un efecto estructural, que ya lo
sabemos desde Freud, que tiene q ver con el amor, con la dialéctica del amor,
no para que el analista se ponga como destinatario del amor, es decir, este
encuadre, esta posibilidad que da la transferencia de que el paciente pueda
acoger su palabra es lo que parece fundamental como acto analítico, esto seria
como otro axioma, en el sentido de que es el analista el que separa la
transferencia, por su lugar como que se supone que sabe, por su titulo, por su
lugar en la institución, entonces ahí puedo retomar lo que había dejado
pendiente que es ese momento donde yo me
estoy moviendo, esos primeros momentos del encuentro con el paciente, que es lo
que lacan llama “la intervención del
sujeto supuesto saber” o “el inicios la
transferencia” yo lo dije muy simple, ustedes seguramente ya han leído muchas
veces. Esto para mi implica, es lo que entiendo que dice Lacan, para el lado
del paciente implica, tal como el lo plantea, “yo no se, yo no pienso” es decir
que hay algo del lado del fracaso de la conciencia, hay algo ahí en la
dimensión subjetiva en la que se
encuentra ese sujeto, en la que el yo o la conciencia no bastan para dar cuenta
de lo que sucede, hay un saber que se escapa,
y hay modos de intervención de un analista para producir esta posición,
esta situación, que es en las entrevistas preliminares que abren a esta
perspectiva de demanda de análisis , ya que la función que tienen las
entrevistas es de subrayar esos momentos donde el discurso y el saber
tropiezan, no para interpretar, sino para señalar donde el saber no puede
encontrarse con la verdad de lo que le pasa a el que sufre, entonces si nos
encontramos con la confrontación de ese saber no puede desde el sujeto que
tenemos ahí, y este sujeto decide interrogar ese saber que no puede desde su saber
conciente explicar algo de lo que le pasa, si decide interrogar eso quizá ahí
podemos perfilar una demanda de análisis.
Lo último
que quiero decir es que el problema con el que nos encontramos los analistas
que trabajamos en el ámbito público, es que muchas veces somos convocados a
intervenir cuando ya esta instalada esta
transferencia, es decir que en lugar donde podría estar el enigma en relación
al saber, tenemos gente que viene a la consulta y que puede decir muy poco, o
casi nada en relación al saber, o ninguna cuestión de lo diga refiere a alguna
pregunta siquiera en relación al saber o a lo que le pasa. O por otro lado una
implicancia minima con respecto a lo que le pasa, es decir, bastante lejos de
esa frase que tiene que ver con “que tiene que ver usted con este desorden en
que esta metido“, pero bueno estamos convocados a intervenir donde quizá algo
de eso se produzca.
Yo para
terminar, tengo una situación que tengo fresca de esta semana, en relación aun
pedido que tuve oportunidad de escuchar esta semana.
“El
pedido llega a través de la pediatra, se
trata del pedio de una escuela a la que concurren dos púberes de 12 y 13 años,
hermanos, quienes hablan con la pediatra en representación de la escuela son
tres profesionales, alguna de ellas psicóloga del gabinete socioeducativo del
ministerio de educación, este gabinete interviene a pedido de la escuela, el
problema que plantea es que estos dos hermanos lo que hacen es reclutar pibes
para una banda intraescolar, banda de pibes que amenazan y maltratan a otros
chicos dentro de la escuela, aquellos chicos que les va bien en las tareas escolares. Al intentar producir un
acercamiento con los padres, docentes, directores y gabinete, de la que han
resultado diversas amenazas, la madre hacia la directora, del padre la amenaza
siguiente…”si no aprueban a mis hijos los voy a cagar a tiros a todos” sabemos además del padre que padre y madre de
estos chicos son de una barra brava de un club de futbol.
Amenaza
que ha resultado porque los chicos han pasado de grado, otra de las amenazas al
gabinete, quien intento un encuentro con el padre tiene que ver con una escena
que ella relata donde el padre le muestra el ticket de un cajero automático
donde muestra la cantidad de dinero que tiene, por ultimo comenta la pediatra,
que el pedido es de que el psicólogo,
ósea yo, haga la entrevista a los chicos, y que la trabajadora social haga la
visita domiciliaria,” ahí tenemos un campo florido de cuestión de quien pide y
para quien se pide.
Mónica González Bueno yo voy aprovecharme del
planteo que tan interesantemente hizo
Marcelo para intentar articular un tipo particular de consulta. El escenario
desde donde me situó para hablar de esto es el
hospitalario, ubicada en un servicio de salud mental, donde realizo
parte de mi práctica. Creo que todos
coincidiríamos rápidamente si decimos que el hospital se presenta como un lugar
de cruces de discursos y de condensaciones de demandas de diverso tipo y
agrupadas bajo el mismo territorio: de lo médico.
Primero quería situar que depende del modo en
que se va a sostener la recepción de un pedido, dependerá la posibilidad o no de articular una demanda.
En este
sentido me voy a referir a una demanda muy particular que realiza un
consultante que viene de la consulta médica con la indicación de que vea a un
psicólogo, porque no tiene nada.
Esta
persona llega a la consulta médica por algunos trastornos, dolor de cabeza,
digestivos, cansancio… Todo esto junto o con alguna combinatoria, el medico
procede a escuchar el planteo y a traducir los signos que le trae el paciente,
transcribe los mismos en la historia
clínica, y después procede de acuerdo a los conocimientos que correspondan a
dar ciertas indicaciones que en general consiste en la realización de
diferentes estudios, los cuales se van a ir complejizado a medida que se vayan
sosteniendo las consultas y generalmente esto conlleva a interconsultas con especialistas, neurólogos,
gastroenterólogos, depende como venga la cuestión. Después de todo ese
recorrido y esa lectura, ocurre que el
médico le dice al paciente que en realidad no
tiene nada, que lo que le ocurre debe ser psicológico, que consulte al
psicólogo y para eso lo deriva al servicio de salud mental del hospital.
Y así llega, podríamos decir que llega no
confirmado en su lugar de paciente desde
la clínica médica.
Lacan sitúa en “Psicoanálisis y medicina” que
“no siempre el enfermo busca la
curación, sino que muchas veces ocurre que este atado a la idea de conservar la
condición de paciente. Viene a veces a demandar que se lo autentifique como
enfermo, otras para que lo preserven en su enfermedad”.
Este
consultante llega a nuestra consulta diciendo vengo porque me manda el doctor,
me cuesta dormir, me arde el estomago y enumera todos los padecimiento y
agregándole, ahora, este nuevo que es
que el médico le dice que no tiene nada, Muchas veces esto lleva a la consulta
con otros médicos para intentar confirmar alguna organicidad en el
padecimiento.
Llega a nuestra consulta con una suposición,
con un temor a la locura, a estar loco, tratando de convencernos que no se lo
inventó, que esto le sucede de verdad, que el dolor que siente es real, Que en
todo caso tiene algunos problemas como la mayoría de la gente , como apelando a
cierto testimonio de normalidad por la vía de la generalidad.
Probablemente cuando el médico le dice que no
tiene nada se refiere a que no tiene nada grave, ninguna enfermedad grave,
ninguna patología de órganos, pero la dificultad es que establece allí una
relación demasiado laxa entre la trama subjetiva y el impacto en el cuerpo. Y
si bien es cierto que la referencia al sujeto queda elidida de su campo, ya que
no trabaja con el sujeto del
inconsciente, pero tampoco se
puede pensar que esta frente un
cuerpo sin sujeto, no esta frente a un puro organismo viviente. Porque además
no olvidemos que sitúa una causa psíquica o psicológica.
Para
problematizar un poco todo esto, quería compartir con ustedes algunos
comentarios de un texto freudiano, bastante antiguo que data de 1890, donde Freud se interrogara acerca de la
relación entre lo corporal y lo
psíquico, el texto se llama “Tratamiento psíquico (tratamiento del alma)”.
Lo
primero que va a anunciar Freud en este texto, cuando comienza, es el origen
griego de la palabra psique cuya traducción es alma. Entonces Freud dice que
podría creerse que “por tratamiento psíquico, se entiende tratamiento de los
fenómenos patológicos de la vida
anímica. Pero no es esa la expresión, sino que quiere decir desde el alma –de
perturbaciones anímicas o corporales- con recursos que influyen sobre lo
anímico del hombre”.
El recurso, nos sigue diciendo Freud, es la palabra o las palabras…
instrumento esencial del tratamiento anímico, por su poder ensalmador. Voy a
dejar esto en suspenso y lo voy a retomar dentro de un ratito, para poder
situar algunos pasajes en donde Freud sitúa esta relación entre lo psíquico y
lo somático.
“La
relación entre lo corporal y lo anímico es de acción reciproca, pero que en el
pasado, el otro costado de esta relación, la acción de lo anímico sobre el
cuerpo, hallo poco favor a los ojos de los médicos. Parecieron temer que si
concedían cierta autonomía a la vida anímica,
dejarían de pisar el seguro
terreno de la ciencia.
Pero también va a ir situando como fue cambiando esa relación unilateral de la
medicina hacia lo corporal, y va a
enumerar padecimientos como dolor de cabeza, presión, trastornos digestivos,
fallas de la atención, dolor de los ojos, cansancio, etcétera, de presentación
simultánea o aislada y va a afirmar que en todos estos padecimientos se tratan
de la misma enfermedad, que no se pueden aislar en trastornos de los ojos, del
estomago, que son afecciones del sistema nervioso en su conjunto. Tales estados
han recibido el nombre de nerviosidad (neurastenia, histeria) y se los define
como enfermedades funcionales del sistema nervioso.
Recuerden
nuestro consultante, que se presenta con varios de estos padecimientos.
Entonces
lo que va a afirmar Freud en este texto es “que los signos patológicos
provienen de un influjo alterado de la vida anímica sobre el cuerpo. Y que esta
causa hay que buscarla en lo anímico, en lo psíquico. Señala que la ciencia médica encuentra el anudamiento
para entender en su plena dimensión al aspecto descuidado hasta entonces: la relación reciproca entre cuerpo y alma.
Otro elemento que va a tomar Freud para mostrar esta influencia de lo
psíquico sobre lo corporal es la llamada
“expresión de las emociones”. Que se exteriorizan en la tensión y
relajación de los músculos faciales, la
actitud de los ojos, el aflujo sanguíneo sobre la piel, el modo de empleo de
aparato fonador, etcétera y que estas alteraciones casi nunca son útiles a
quien las experimenta.
Sigue
argumentando: “en estados de naturaleza penosa, como el duelo, todos estos
estados afectivos rebajan la nutrición del cuerpo en su conjunto”. Otro ejemplo
que toma es que “la propensión a contraer tifus y disentería es mucho mayor en
un ejercito derrotado que en un ejercito triunfador”.
Hasta
aquí intento destacar la relación reciproca de la que hablábamos entre lo
psíquico y lo corporal.
El otro pasaje que quiero resaltar es: “Pero
es una evidente injusticia, cualquiera sea la causa, aun la imaginación, los
dolores no dejan de ser menos reales ni menos fuertes”.
En este texto Freud aun no descubrió el
inconciente, por lo tanto tampoco la
transferencia, por lo tanto estamos en un tiempo anterior al desarrollo que
hizo Marcelo, estamos ubicados entre la sugestión y la hipnosis, y está
investigando el de poder de las palabras sobre el cuerpo. Sobre el poder que
ejerce el médico a través de sus palabras sobre el paciente, el alivio que
puede generar dicho poder sobre el enfermo. Y ahí quiero situar esto que dije
antes del ensalmo de las palabras. El ensalmo es un modo mágico de curar, el
poder mágico de las palabras, el poder de la sugestión. “Las palabras, dice
Freud, son las mediadoras del influjo
que un hombre pretende ejercer sobre otros, que no es enigmático aseverar que
el ensalmo de la palabra puede eliminar los fenómenos patológicos”
Bueno
volvamos a nuestro consultante que se nos presenta diciendo que el médico le
dice que no tiene nada, tratando de
que creamos en su padecimiento. Podemos leer el efecto de la palabra del médico
aquí tal como nos lo planteaba Freud, pero en vez de aportar alivio provocan
mucho desconcierto, cierta desorganización subjetiva, este origen psicológico
no está situado como en Freud, esta devaluado dentro de el planteo que hace el
médico, es como si no fuera creíble lo que dice el paciente sobre su
padecimiento.
Ósea que, cuando nosotros recibimos una
consulta como esta, nos encontramos en medio de la complejidad de estas
intersecciones que hablaba antes, habíamos partido de la interrogación de si el
origen era psíquico o corporal, y ahora podemos agregar el influjo de las
palabras, como dice Freud. Creo que esto nos permite ubicar tres lugares, lo
corporal, lo psíquico y las palabras, y a su vez las relaciones entre ellos. Es decir que entre lo
anímico y lo corporal va a estar situada la relación con la palabra, la palabra
como mediadora, la palabra como productora de efectos.
Volviendo
a la consulta, nosotros podríamos ir a discutir con el médico de por qué le
dijo lo que dijo, a veces es necesario ir a discutir algunas cosas con los
médicos. Igual. Aquí, no resolvemos la consulta que nos hace este consultante.
Muchas veces llega en un acto de obediencia, diciendo, vengo porque me mando el
médico, porque dice que me va a hacer bien. Muchas veces en este pedido no
aparece tampoco la palabra del que consulta, viene a través de una queja hacia
el medico, son consultas bastante difíciles porque hay cierto rehusamiento del
sujeto en relación a su propio decir.
Es con
ese rehusamiento que debemos vérnosla los analistas, en este rechazo convergen de distintas maneras cierto rechazo del inconsciente, del lado del
médico por una parte, y por la otra del lado del paciente también. Creo que es
nuestra responsabilidad como analistas, darle la palabra al consultante, como
decía Marcelo, darle valor a esa palabra,
aunque el mismo intente por algunos medios borrarla pidiéndonos que le
digamos qué es lo que tiene. Pero digo dándole la palabra y absteniéndonos del
uso de ese poder ensalmador del que hablábamos antes.
De esta manera, puede ocurrir que después de
transitar una y otra vez por el relato de lo padecido, se instale alguna
pregunta del lado del sujeto, que interrogue esa nada. Eso que se siente en el
cuerpo, que se relata como una opresión,
dolor de cabeza, de estomago, que remite muchas veces a un estado de angustia.
A partir
de Freud sabemos que hay una angustia
que es señal, es una señal en el cuerpo, que en este caso remite a algo que no
anda, que hay que resolver. La cuestión
es dónde se debe resolver, si hay que resolver en el cuerpo o en qué lugar,
y en realidad eso se debe resolver en el
orden de la existencia, por lo tanto creo que toda consulta puede indicar,
puede transformarse en el indicador de
una oportunidad para el sujeto, depende de cómo la escuchemos y como la
sostengamos.
Bueno, y
lo otro que quería decir, es lo que se convirtió para mi en la sorpresa de la
actualidad de lo que nos aporta este viejo texto, porque en algunas consultas
sigue teniendo mucha vigencia.
Alicia
Alvarez:
Lo que
dice Mónica con respecto al texto viejo y la actualidad es efectivamente así,
es interesante porque, ustedes
escucharon la sintomatología de este paciente, este consultante, y es un poco
lo que Freud trabaja acá, tiene que ver un poco con las neurosis actuales,
Freud las llamaba así, por una serie de cuestiones; él las diferenciaba de las
psiconeurosis, es decir que ponía a las neurosis actuales, en un principio, -luego
cambió esta posición- del lado de las que no eran abordables desde el
psicoanálisis.
Ustedes
saben que una de las hijas de Lacan, tenía todo esta serie de trastornos y Lacan
dijo en una oportunidad que en el siglo
XIX hubieran dicho que era una neuroasténica.
Es
elocuente que ahora, en la actualidad, proliferen las neurosis actuales, la
palabra actual nos vuelve a encontrar de otra manera, y creo que es porque justamente hay algo en el
lazo social actual que ayuda, promueve el rechazo del inconciente, entonces me
parece que esto seria las condiciones para pasa un pedido, una demanda de
análisis, es un problema que no solo concierne a la practica en la salud
publica, si no que es un problema que también esta presente en los
consultorios, quizá no tanto, pero creo que hay todo un trabajo que nos damos
los analistas que tenemos ganas de hacerlo, para hacer una ….del ser hablado y
hay todo un trabajo para que esto se ponga en el punto donde construyan
síntomas, en ese síntoma que esta allí la persona se siente de algún modo
implicada para teorizar algo sobre ello, por eso a mi siempre me a parecido un
problema que se le pide a los jóvenes practicantes hacer las primeras
entrevistas como si eso fuera menos importante, cuando en realidad las primeras
entrevistas es justamente donde se juega casi todo, porque ahí esta lo que
decían los colegas respecto a que la diferencia va a estar en como responde el
que escucha, y eventualmente, en el camino ir construyendo la transferencia,
poniendo a punto el discurso que permita alojar al analista ahí. Yo creo que a
lo que se llega ahí es a un punto donde se aclara una posible demanda.
Es cierto
que esto, como decía, puede ocurrir en el consultorio particular, creo que los
escenarios son mucho más complejos en la salud pública y hay muchos factores,
pero tampoco creamos que en el consultorio todo es del orden de la neurosis y
que la transferencia y la instalación del
sujeto supuesto saber marcha sobre ruedas, es decir, Freud decía al
principio que con las neurosis actuales no se podia trabajar, tampoco con las
psicosis , después ahondando en ese sentido el psicoanálisis encontró con Lacan
y otros también, la posibilidad de intervenir en terrenos en los cuales Freud
había dicho que era imposible intervenir, aunque teniendo en cuenta que no son
las mismas condiciones transferenciales, son otras las de las psicosis.
Pensar
las condiciones de la transferencia en las neurosis actuales es un temazo, pero
es lo que nos toca ahora, trabajar con estas situaciones donde hasta el pedido
está desdibujado, donde hay que hacer un rastreo de quién pide y qué pide y
responder desde la perspectiva del analista, porque es muy fácil ir por la vía
de responder desde el control social, desde un discursoque calme los ánimos, en
fin, porque es también por otro lado lo que se nos pide cuando trabajamos en
esta sociedad en general, pero queda mucho mas en evidencia cuando estamos
trabajando en el ámbito de la salud publica, bueno hay muchas cosas para plantear pero no quiero excederme.
Pregunta:
Pensar
esto de la pluralidad de demanda, que esperan del psicólogo esta gente que va
con la demanda, porque digamos que el problema lo tiene la institución, la
comunidad educativa con estos chicos, mas allá ¿??? Sigue….
Alicia,
El asunto
de qué se espera del psicólogo es muy interesante, el común de la gente no lo
tiene claro, es bueno el tipo que esta ahí y se ocupa de esas cosas…, pero lo
que yo veo es que cada vez se amplia más lo que se cree que puede hacer un
psicólogo, y se amplia de un manera extraordinaria.
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