lunes, 15 de julio de 2013

Alrededor de la estructura que hay entre ética y psicopatología. Liliana Baños

Alrededor de la estructura que hay entre ética y psicopatología

Es el tema del trabajo que presentó la autora de esta nota, preparado especialmente para el Ciclo de Charlas que organiza anualmente Trama Clínica. Reflexiones en torno de la práctica.
 Por Liliana Baños *

Nuestra práctica nos exige volver una y otra vez a pensar las nociones psicoanalíticas sobre las que fundamentamos el curso de los análisis. Sabemos que el modo de concebirlas no es independiente de cómo conducimos una cura. El punto en el que cerramos la interrogación será el punto en el que 'institucionalizamos' una respuesta que se transformará en consigna o en mandato y cuando el psicoanálisis se institucionaliza no hace más que protegerse de los efectos de la verdad.
Entonces me parece muy interesante la propuesta de Trama Clínica: retomar en estas charlas la problemática de la estructura y las consecuencias de las posiciones que adoptamos: sabemos que hay una práctica que excede la teoría y si no podemos sostener esto quedaremos atrapados en el achatamiento de lo políticamente correcto renegando de lo que nos interpela incesantemente en tanto el psicoanálisis es el efecto del defecto de la palabra para ceñir lo real. Entonces intentemos complejizar el problema de la estructura, más allá de estructura sí estructura no, diagnóstico sí diagnóstico no, ... que como la canción de Sinatra "Según pasan los años", se nos han impuesto como 'faros' de algún ideal analítico en detrimento de la singularidad de un discurso a ser escuchado.
Si preservamos el lugar de la clínica se hace evidente que de hecho diagnosticamos y de hecho ponemos en juego las estructuras clínicas todo el tiempo; es más resulta difícil pensar y hablar del psicoanálisis prescindiendo de la histeria o de la neurosis obsesiva, pero la cuestión es la lectura que hacemos, cómo entendemos estructura, diagnóstico o síntoma.
Sabemos que la estructura no es un obserbable, no es una entidad; que las estructuras sólo pueden ser consideradas como tales en la práctica del discurso analítico.
No son cuadros nosográficos o psicopatológicos sino configuraciones en las que se inscribe la posición del sujeto con respecto a la falta. Digo sujeto en tanto sujeto dividido y falta en tanto falta de objeto. Es decir, la estructura me permite ubicar las vicisitudes de la posición del sujeto con respecto a la falta. La estructura, entonces, es algo que sólo puede revelarse por sus funciones, es lo que nos permite pensar el síntoma no como dato nosográfico sino en transferencia, construirlo y desplegarlo en la transferencia. O sea, estoy hablando de las estructuras como estrategia del sujeto frente a la castración. Neurosis, perversión, psicosis, implican una dimensión diferente del discurso, estrategias al 'sin salida' que conlleva el complejo de castración.
No se trata de un universo cerrado de discurso, no puedo hacer un mapa ni proceder por una sumatoria de síntomas (a+b+c=nurosis obsesiva). O sea, en psicoanálisis todo es 'no todo'. Decíamos además que el síntoma como límite de lo analizable se despliega y se construye en transferencia, o sea incluyendo al analista.
No sé si ustedes recuerdan un viejo artículo de Eric Porge que se llama 'El analista en la historia y en la estructura del sujeto como Velázquez en las Meninas'. Mucho título, bueno, justamente allí retoma palabras de Lacan en el Seminario de Otro al otro. Dice: 'Abordar los fenómenos en términos de estructura no es sostener un juicio esclarecido de un individuo sobre otro individuo. Es un señalamiento esencialmente relacional donde el analista está incluido y donde los términos de esta relación no son individuos sino los partenaires en un juego donde siempre hay un término 'en﷓más'.
La pregunta que surge es, si el analista está incluido en la estructura, ¿de qué manera lo está? Dice Lacan: esto difiere en cada caso, pero ¿cómo puede el analista orientarse en la diversidad de los casos? Sabemos que la diversidad clínica no es un dato en bruto, siempre está construida. En todo caso, ¿qué la especifica como analítica? A esto responde Lacan en el Seminario 'El Acto analítico': "Cuando el analista se interroga por un caso, cuando hace la anamnesis, cuando entra con el análisis en el caso ¿qué encuentra allí?; que de la misma manera que Velázquez está en el cuadro de las Meninas, el analista estaba ya, en tal momento y en tal punto de la historia del sujeto.
*Psicoanalista. La charla completa puede leerse en Cuaderno nº 2 de Trama Clínica.

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