Hay algo en esta
incertidumbre política, enmarcada en un proceso electoral tan
extenso, que al menos no ha impedido, y habría que detenerse a
pensar si no es que directamente ha propiciado que reflexionemos
sobre aquellas cuestiones que sucedieron en estos 12 años, y que no
estamos dispuestos a ceder, a perder, en cualquier coyuntura que nos
toque habitar.
En esta mesa están
algunos de los protagonistas directos de la promulgación de la Ley
de Salud Mental 26.657, y otros compañeros que han trabajado para
institucionalizar un proceso que viene desde hace muchas décadas,
siempre interrumpido por las reacciones que promovieron los golpes
cívico- militares y la transformación del Estado en garante de
impunidad.
Esta historia despierta
al pasado para sensibilizarnos, para nombrar aquello que se subrayó
con la palabra peligrosidad, y que permitió la descalificadora
connotación diagnóstica que habilitaba que miles de vidas
desfallecieran en el encierro.
El nativo, el gaucho, el
loco inmigrante, resuenan en los muros de las paredes que luego
recibieron otros nombres; retenidos en saberes que también mutaron
en sus nominaciones, pero que en toda época se ordenan en la forma
política de situarse ante el otro. Por esto, lo que se instala en el
2010 es un fuerte cambio de paradigma y de acuerdo con lo mismo,
encuentra las resistencias a cada paso.
El impacto de los campos
de concentración tras la caída del Nazismo y la similitud con los
manicomios de la época, visibilizó a nivel mundial la forma en la
que estaban dispuestas las cosas. Las acumulaciones políticas del
campo de la salud mental, que necesariamente anclaron en
experiencias, y en la producción de fundamentos, marcaron un camino
en términos de cierta inspiración
para las prácticas, pero sabemos que la cuestión no pasa por
absorver modelos ya codificados para aplicarlos a cualquier
circunstancia.
Quizá
convenga reencontrarnos entonces con las recepciones y producciones
de los años 60 y 70, los momentos de nuestra historia donde esta
temática se transformó en un objetivo político más allá de los
compartimentos de las profesiones, o tal vez no estaría de más
urgar en las experiencias de apertura en algunas provincias posterior
a la recuperación de la democracia. No obstante de ello, creemos que
hay un punto de singularidad en la historia argentina que además fue
clave para que contemos con esta ley de Salud Mental, y que no puede
dejar de ser nuestra referencia principal:
Hablamos de la lucha, el
coraje, y la dignidad de las Madres de Plaza de Mayo, extendiendolo a
la labor de los organismos de Derechos Humanos en la Argentina.
Fueron las Madres quienes
en sus congresos alojaron a los distintos sectores permitiendo la
acumulación necesaria para la construcción de los fundamentos de la
Ley de Salud Mental.
Si
de lo que se trata es de profundizar este proyecto, una de las
condiciones es ampliar y fortalecer este lado de la trinchera, que es
el lugar de las Madres, de los usuarios, los familiares y los
trabajadores que están dispuestos a disputar la direccionalidad de
las políticas públicas allí donde se encuentren o construírlas
desde cero si es necesario.
Para
ello, es importante apropiarnos de las herramientas que ya están
legitimadas:
La
reglamentación de la Ley, el Plan Nacional de Salud Mental, las
funciones de la Interministerial nombrada como CoNISMA, el Órgano de
Revisión -que hay que desarrollarlo en todas las provincias- , el
Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones,
constituyen instancias que deben ayudarnos a constituír mayor
organización.
Pero
no estamos hablando desde cualquier lugar, estas V Jornadas de
Psicoanálisis, Salud y Políticas Públicas, se enmarcan en un
diálogo con la Institución que nos cobija, ya que entendemos que
para profundizar una política pública, la pelea también hay que
darla en el seno de las Instituciones.
Sabemos
que esto no es fácil. Por eso nos pareció prudente subrayar que
este año se cumplen 60 años de la Facultad de Psicología. No se
trata de convertirse en custodios de las efemérides, pero si uno
conoce que esta fundación se realizó durante un gobierno elegido
democraticamente, para ser borrada luego de la historia, --lugar en
el, además, permanece aún hoy para muchos historiadores., tomar
posición sobre esto no deja de ser solidario del planteo que hacemos
referente a Salud Mental. No vaya a ser cosa que aquellos actores de
la Universidad que no mencionan nada de esto, se les de por festejar
el año que viene.
Aquella
fundación, luego del golpe militar del año '55 –posibilitado,
entre otras cosas, por el terror generado en los bombardeos de plaza
de mayo, donde murieron más de 300 argentinos, junto a miles de
heridos- fue renegada como si nunca hubiese existido. Victoria Ocampo
dio la clase inaugural en el año '56 y aquél primer origen -con sus
programas, profesores, alumnos, y la clase magistral brindada por el
senador Graziano- quedaría sepultado por largo tiempo.
Hemos
comenzado por un panel dedicado a conmemorar estos 60 años, ahora
escucharemos a Matilde Massa, Leonardo Gorbacz, Julián Ferreyra,
Iris Valles, trabajando “Estado de situación,
avances y obstáculos en la implementación de la ley de SM.
“Instancias creadas por la ley nacional: CONISMA, Consejo
Consultivo Honorario, Órgano de revisión nacional”, cabe destacar
que mañana jueves tendremos un panel nombrado casi de la misma forma
para debatir el estado de situación en la Provincia de Santa Fe.
Abordaremos en el panel
siguiente “Los lineamientos para la adecuación de los
profesionales a la Ley de Salud Mental”, y en las Jornadas podrán
escucharse la temática del Consumo Problemático, el Trabajo y la
Salud, Violencia Institucional en las Cárceles, los procesos en la
Educación Superior, el lugar del Psicoanálisis en la Universidad,
espacios de experiencias como las de Tiburones del Paraná y el
Tocadiscos, paneles en relación a los derechos humanos, al género,
varios paneles profundizando la construcción de problemas desde el
Campo del Psicoanálisis, un panel dedicado a Oscar Masotta, al arte
y la subjetividad, pero tambien al humor con la presencia de Miguel
Rep, autor que donó su obra para ser reproducida en el mural del
patio que homenajea a los estudiantes y psicólogos asesinados y
desaparecidos en la última dictadura cívico-militar, junto a sus
lugares de militancia.
A los que ya han participado les
agradecemos la reincidencia, y a quienes participan por primera vez,
esperamos que lo disfruten y que sirva para avanzar en la discusión
colectiva. Muchas Gracias, los dejamos con los compañeros y
compañeras.
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